Al ser un enfoque que engloba y enlaza la vertiente interpersonal con la cognitiva, la educación emocional es una herramienta de aprendizaje tremendamente útil. Por ejemplo, fomenta comportamientos positivos y actitudes constructivas -y disminuye las destructivas- desde etapas tempranas del desarrollo.
TE INTERESA… Estrategias cooperativas para el desarrollo de una Unidad Didáctica
Así, esta nueva disciplina se ha convertido en una ayuda para definir estrategias y proporcionar recursos para enfrentarse a las inevitables experiencias de la vida. Con la educación emocional se pueden reconducir pensamientos y acciones inapropiadas, fruto de una falta de control emocional que puede derivar en estrés, ansiedad, depresión, violencia, anorexia, consumo de drogas o, en el peor de los casos, el suicidio.