Para empezar, debemos saber qué vamos a trabajar durante la unidad didáctica o proyecto y como están estructurados, es decir, si hay diferentes apartados o si nos hemos planteado varias preguntas que debemos resolver o hemos definido otro tipos de tareas (planificación, investigación, análisis, contraste, experimentación, extracción de conclusiones, etc.). Dividiremos el mural en cada uno de estos apartados o tareas a realizar con el fin de tener siempre presente lo que nos queda para finalizar la unidad o proyecto.
Una vez iniciados la unidad o proyecto, iremos llenando el mural de seguimiento con lo que hayamos aprendido en cada apartado. Por ejemplo, si estamos haciendo un proyecto para aprender y mejorar los hábitos relacionados con nuestra salud y el producto final consiste en organizar una carrera solidaria, en el mural de seguimiento podemos poner:
- Las preguntas que nos hemos formulado, como, por ejemplo: ¿Por qué hay que lavarse las manos antes de comer? ¿Por qué no podemos merendar galletas y chocolate todos los días? ¿Para qué sirve el deporte?…
- Las tareas necesarias para organizar la carrera: reservar el espacio y la fecha, conseguir participantes, darla a conocer o hacer publicidad, etc.
- Las conclusiones a las que hemos llegado para cada una de estas preguntas.
De este modo, tanto si se hace individualmente como si se trabaja en grupos, podremos ir contrastando las tareas que hacemos en cada momento durante la unidad o proyecto con lo que habíamos planificado inicialmente.