¿Alguna vez os habéis preguntado cómo se ha realizado el acompañamiento emocional a los alumnos en esta crisis? La situación suscitada por la crisis de la COVID-19, como el confinamiento, las fases de desconfinamiento, la “nueva normalidad”, los rebrotes, etc., ha condicionado, sin duda, el día a día de las personas y ha afectado, en gran medida, a su capacidad de gestión emocional.
Cada nueva situación conlleva inseguridad ante la incertidumbre de no saber qué sucederá los próximos días. Este estado de alerta o tensión condiciona que cada persona aprenda a gestionar la realidad según los recursos emocionales de los que dispone, y es por ello que es tan importante tener presente realizar un acompañamiento emocional a los alumnos.
Cómo gestionar la nueva normalidad en las aulas
En el ámbito educativo, esta incertidumbre está más presente que nunca. Los centros educativos, los docentes y los equipos directivos se preparan para reanudar el curso escolar 2020-2021. Hay que reorganizar los grupos, gestionar eficientemente los espacios e incluso redefinir metodologías, recursos y materiales. En el post Qué retos presenta el curso 2020-2021 se retrata de cómo puede ser esta nueva realidad educativa, qué aspectos hay que analizar y qué cambios afrontar para garantizar el cumplimiento del objetivo esencial: el bienestar del alumno.
Cómo deberá desarrollarse el acompañamiento emocional de los alumnos
Más allá de los criterios organizativos y estructurales, es necesario preguntarse cómo será, en la práctica, esta nueva acogida del alumnado. Tal como se apunta en el post La educación emocional como aprendizaje en el aula, si realmente queremos trabajar la educación emocional en el aula de forma integral hay que darle un papel destacado en el currículo, y esta situación puede ser una buena oportunidad.
Hemos creído oportuno seleccionar algunas prácticas de gestión emocional adecuadas para afrontar la nueva normalidad en las aulas y así seguir fomentado la educación emocional:
- Hablar de cómo nos hemos sentido.
- Generar el cambio en uno mismo/a.
- Recuperar la vida social de los niños y las niñas.
- Saber qué ha pasado y resolver dudas.
- Valorar lo que nos llevamos
Vamos a verlas con detalle:
Hablar de cómo nos hemos sentido, la clave para fomentar la educación emocional en el aula
Esta nueva normalidad en las aulas genera incertidumbre. La incertidumbre es un estado emocional que supone falta de control respecto a uno mismo o el entorno y que puede afectar tanto a niños como a jóvenes y adultos. Por este motivo, para evitar frustraciones o descontroles emocionales, es importante empezar el curso hablando de cómo nos hemos sentido, compartiendo emociones y sentimientos y aprendiendo entre todos a gestionarlas. En este punto, es importante desarrollar actividades que permitan tomar conciencia emocional. ¿Cómo podemos hacer este acompañamiento emocional a los alumnos?
Propuestas para hacer un acompañamiento emocional a los alumnos
- Para trabajarlo en el aula, se les puede pedir que hablen de qué emociones han percibido durante el confinamiento y crear, conjuntamente, un listado con todas ellas. El docente deberá transmitir que no hay emociones buenas y emociones malas, sino que algunas son más agradables que otras, pero todas son necesarias. A partir del listado de emociones, se les puede plantear que, por grupos, las representen con imágenes o emoticonos que luego podrán utilizar para situar a lo largo de un eje cronológico, según cómo se ha sentido cada uno a lo largo de todo este tiempo.
- También habrá que tener en cuenta que el confinamiento se ha caracterizado por la situación de aislamiento que nos ha separado o distanciado de muchas personas queridas. Para trabajar las emociones que de ello se han derivado, se les puede plantear que escriban cartas a las personas que no han podido ver en todo el tiempo de confinamiento en las que les expliquen cómo se han sentido y expresen sus emociones actuales. Esto será muy importante en el caso de aquel alumnado que haya perdido a familiares o amigos.
Generar el cambio en uno mismo
Ante una condición que no podemos cambiar, hay que adaptarse lo mejor posible; por ello, es importante que los alumnos no se sientan impotentes ante una realidad que no les gusta, sino que hay que ayudarles a ser emocionalmente autónomos, y para hacerlo, hay que fomentar la comunicación, favorecer que se sientan informados y que perciban que no se les engaña.
También será necesario que identifiquen cómo se sienten con esta realidad, reconociendo emociones como el miedo, la angustia, la incertidumbre, la tristeza, la añoranza… Ante esta exposición, el alumno puede adquirir estrategias para formular emociones agradables y al mismo tiempo puede desarrollar la capacidad de resiliencia o incluso la de dejar fluir.
Propuestas para hacer un acompañamiento emocional a los alumnos
- En el post La educación emocional como aprendizaje en el aula, se proponen estrategias para trabajar las competencias emocionales, entre ellas, la autonomía emocional. Un buen punto de partida para hacerlo en el aula es a partir de técnicas de autoconocimiento, como, por ejemplo, proponer a cada alumno que escriba en una nota cosas positivas que destaca de sí mismo y aspectos que cree que debería mejorar para analizar donde hay más elementos escritos a fin de hacer un análisis conjunto de cómo es la autopercepción y cómo mejorarla.
- También se puede ampliar esta actividad proponiendo a los alumnos que compartan los resultados con los compañeros con el fin de recibir ayuda por su parte para identificar aspectos positivos de los que normalmente no somos conscientes. Con esta ampliación de la actividad, también se consigue fomentar la cohesión del grupo, la comunicación asertiva y la empatía en todo el grupo, todas ellas fundamentales para promover la educación emocional en el aula.
Recuperar la vida social de niños y niñas, el objetivo del curso escolar 2020-2021
Durante el confinamiento, los niños y niñas han sido aislados en círculos familiares y sociales pequeños y cerrados, lo que ha reducido drásticamente su socialización con otros niños. Uno de los objetivos del curso escolar 2020-2021 es que recuperen la relación con su grupo de iguales.
La escuela es uno de los espacios de socialización más importantes, por ello es esencial acompañarlos y guiarlos en esta nueva etapa de interacción social, principalmente en espacios de ocio como el patio.
Hay que tomar conciencia de que la nueva normalidad en las aulas será diferente en muchos aspectos, especialmente en lo que tendrá que ver con las medidas de seguridad, pero no hay que olvidar que a pesar de ello hay que seguir fomentando la socialización y el intercambio de experiencias y de momentos de juego y recreo entre el alumnado.
Saber qué ha pasado y resolver dudas
Dicen que la información es poder, pero cuando esta información puede estar manipulada o no ser del todo cierta se puede generar confusión y angustia. Ahora más que nunca es fundamental mostrar a los alumnos que en tiempos convulsos como el actual es importante reconocer la información veraz para evitar la propagación de noticias falsas y, a la vez, tener la capacidad de discernir aquella información que no sea valiosa.
Propuesta para hacer un acompañamiento emocional a los alumnos
- Por este motivo, es necesario fomentar la búsqueda de información crítica y contrastada durante la vuelta al curso escolar 2020-21. Por ejemplo, se pueden proponer actividades grupales de búsqueda de información relacionada con la evolución de la pandemia con el fin de identificar las fuentes fiables de información y acostumbrar al alumnado a contrastarla. A partir de este análisis de noticias, crear un eje cronológico donde se ordenen los hechos que se han ido desarrollando a lo largo de esta crisis. Esta actividad permitirá a los niños y niñas ordenar la información que han ido recibiendo y construir un relato verídico que, con perspectiva, les puede ayudar a ver cómo han ido sucediendo los hechos.
Valorar qué nos llevamos de esta nueva normalidad en las aulas
Durante este tiempo de confinamiento, los niños y niñas han tenido la posibilidad de pasar más tiempo con su familia, aprender unos de otros, hacer actividades divertidas juntos, etc., es decir, momentos y ratos que nos han aportado cosas nuevas que quizás no teníamos antes del confinamiento.
Propuesta para favorecer una visión constructiva del confinamiento
- Los alumnos pueden recopilar en un dietario algunas de las actividades o juegos que han hecho en casa y que han compartido con sus familiares. Se puede proponer que cada alumno anote en una libreta alguna de las actividades con las que más ha disfrutado, haciendo dibujos que acompañen la explicación para finalmente explicarlo a los compañeros. Es interesante que a partir de estas propuestas los alumnos vean que el confinamiento ha permitido, al fin y al cabo, compartir muchos momentos con los seres queridos. Por ello, no se debe considerar este período como tiempo perdido, sino como una oportunidad.
Todos tenemos mucho que aprender y enseñar
La reincorporación a la escuela puede ser una oportunidad para compartir con los niños y niñas como habéis vivido vosotros toda esta situación como docentes. Sería interesante que les explicarais como os habéis sentido, qué miedos teníais, como habéis tenido que adaptaros… Podéis compartir con ellos el día a día de vuestro trabajo, cómo os habéis organizado y si ha sido difícil adaptaros a las circunstancias con los recursos de los que disponíais. Todo esto ayudará a los alumnos a ver que todo el mundo ha tenido que modificar su día a día y que se ha hecho lo que se ha podido teniendo en cuenta las situaciones particulares de cada uno.
Siguiendo con la reflexión, podéis pedirles qué cosas creen ellos que se podrían haber hecho de manera diferente y promover propuestas a la hora de dar contenido o de trabajar el temario de las diversas asignaturas. Estas reflexiones os podrán ayudar mucho a vosotros, pero también a ellos a ponerse en su situación y generar empatía.
Para finalizar
Ante acontecimientos que suponen cambios importantes en la vida de los niños y niñas, es importante que desde la escuela se ofrezca un acompañamiento emocional a los alumnos.
Hay que transmitirles que el aula es un entorno seguro donde pueden hablar de lo que les preocupa y preguntar lo que no comprenden. Por eso es importante que, tanto al inicio de curso como a lo largo del próximo curso escolar 2020-2021, se dediquen sesiones a reflexionar sobre la situación que se ha vivido mediante puestas en común o debates organizados. Ahora más que nunca es importante mantener este diálogo abierto y continuado con el alumnado.
Para saber más...
Si os interesa profundizar en el acercamiento a la inteligencia emocional del alumnado, podéis echar un vistazo a nuestro curso online
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