Cuando trabajamos de modo cooperativo, los objetivos se alcanzan con una temporización diferente a si estructurásemos el aula de manera individual o en gran grupo, ya que la cooperación (si quieres aprender a aplicarla bien en el aula, aquí te contamos cómo) implica gestionar otros aspectos básicos relacionados con las habilidades sociales y personales.
Es necesario que los alumnos se pongan de acuerdo sobre diferentes aspectos, se repartan las tareas o cargos, trabajen todos para lograr un objetivo común, etc. Por lo tanto, ¿cómo podemos gestionar el tiempo en clase con equipos cooperativos?
Podemos trabajar en el rol de la gestión del tiempo, una figura que deberá adquirir un miembro de cada equipo. Esa persona deberá encargarse de que todos los compañeros participen y ejecuten la tarea dentro del tiempo marcado —podemos ayudarles proyectando un cronómetro en la pizarra digital—, y deberán animar y regular al equipo, revisando si se está trabajando con los tiempos marcados.
Sabemos que la habilidad de gestionar el tiempo no es fácil para los alumnos, ya que son muchos los factores que pueden alterar los objetivos marcados, pero es interesante que, progresivamente, el grupo clase y el profesorado sistematicen esta rutina de planificación y ejecución, así el alumnado irá adquiriendo competencias relacionadas con la autorregulación y el aprendizaje autónomo y competencial.
Gestionar el tiempo en el aula está directamente relacionado con la planificación de las tareas para alcanzar unos resultados de aprendizaje, y estos también tienen mucho que ver con la competencia aprender a aprender. Por lo tanto, la distribución del tiempo y su organización no solo dependerá del profesorado, sino que es un aspecto organizativo en el que debemos conseguir que el alumnado también sea partícipe, tanto si trabajamos de forma cooperativa como si no.
Si queréis ver un resumen de las ideas que os hemos compartido en formato breve, podéis visualizar este vídeo: